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sábado, 18 de enero de 2014

MI PRIMER VIAJE A PARIS


Ha sido difícil elegir dos fotos. Aqui queda la Torre Eiffel y la famosa Plaza de la Estrella que también es Pza. Charles Degaulle






Tengo que contarlo porque no será mi blog si no lo hago.

El 18 de Mayo de 2013 me fuí a Paris. Mi primera vez y espero que no sea la última.
Desde hace mas de 40 años deseaba conocer esta ciudad, como si fuera de destino, como si en alguna vida pasada esta bella ciudad hubiera sido algo importante para mi. 
Al llegar no me pareció que fuera mi primer viaje, sentí que "volvía", que ya había estado allí, no se si por la reencarnación o porque tanto ver Paris en todas partes -peliculas, documentales, libros, fotos, novelas ambientadas allí- pero fué una sensación extrañísima y maravillosa.
Los cuatro días estuvo lloviendo sin parar, parece que este fenómeno meteorológico se dá en este lugar muchas mas frecuentemente de lo que quieren confesar. No pude ver a los libreros de las orillas del Sena ni a los pintores de Montmatre porque caía agua como si fuera el diluvio. Tampoco se me dió la oportunidad de pasear por los muelles del Sena ni andar y perderme por sus calles, buscar algún lugar bonito para comer...Un viaje organizado con agencia no te permite nada de eso pero sin embargo, aunque todo fué en autobus y apenas bajábamos para hacer fotos ("Torre Eiffel, dos minutos para fotos y al autobus") El amor de mi vida y solo me daban dos minutos. Aquello parecían los viajes de Gila: "Conductor me hago pis . En Holanda señora". Aún así fué estupendo.
El viaje en el bateau-mouche, que también nos llovió a toda pastilla y sin parar, fué tan emocionante que lloré todo el camino, menos mal que iba en la proa y me daba el agua en la cara, así los pasajeros no podían distinguir mis lágrimas. Vi desde ahí la torre Eiffel con niebla en lo alto. Precioso, tendré que ir otro día a verla con sol, no me va a quedar mas remedio.
Lo que tienen estos viajes organizados es que los guias están muy preparados y te cuentan todo muy bién y quiero desde aquí agradecer a Alberto todas las cosas estupendas que nos contó, el paseo por el barrio latino y tantas y tantas explicaciones sobre todo lo que nos íbamos encontrando. Casualmente en este paseo no nos cayó una gota de agua, empezó cuanto entrábamos en Notre Damme, pero ya daba igual.
Fueron cuatro días felices, muy felices por haber cumplido un sueño madurado durante tantos años. 
Volveré, eso seguro, aunque primero tengo que ir a Roma, ya os contaré.



1 comentario:

Pepi dijo...

Ni te imaginas lo que me alegra el que hayas podido realizar tu sueño. París tiene que ser precioso, ya me dijo mi amiga que llueve mucho, y eso que fue en una temporada, casi, de verano. Espero que puedas volver pronto sin tanta lluvia. Otro beso.