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lunes, 10 de mayo de 2010







MADRID AVILA 1965

Salimos de Madrid, Estación del Norte, dirección Ávila.
Infinidad de apeaderos, de pueblos. Paramos en todos ellos. Un chucu-chucu continuo, un resoplar de la máquina y de nuevo en marcha.
Los montañeros se incorporan al paisaje en cada andén. En el horizonte, la Ermita de la Virgen de Sonsoles. Ya llegamos. Peñas redondas, espigas salvajes nos acercan a nuestro destino.
Un último estertor de la máquina avisa el final del trayecto. Bajamos maletas, cruzamos las vías y respiramos aliviados el aire fresco de bienvenida de Ávila de “mis caballeros”

(Enviado para el concurso de relato corto de RENFE 2010)