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viernes, 31 de octubre de 2008

DON JUAN TENORIO


El día 1 de Noviembre es la noche de difuntos. La noche a la que cantó Gustavo Adolfo Becquer y tantos otros autores, pero para mi es la noche en que se representa DON JUAN TENORIO. Antes todo el mundo del teatro aficionado, sobre todo, ensayaba durante tiempo para poder repsentar esta obra en estas fechas.
Ahora ya se hace muy poco y la verdad, no con muy buenos resultados.
Recomendaría el que se representa en Alcala de Henares, pero visto los resultados de años atrás, casi que es mejor que si tenéis el libro de José Zorrilla, animaros y leed. Es un verso fácil, fluído, ligero y precioso.
No trata bien a las mujeres. Es el típico chulo machista pero no importa en esta obra en la que todo está tan bien "colocado".
Yo lo echo de menos y desde aquí mi recuerdo a esos grupos de teatro aficionado que lo representaban (representábamos) con tanta ilusión.

martes, 21 de octubre de 2008




El pasado día 13 de Octubre salió a la luz el primer libro de relatos del Taller de Literatura Creativa, en el que comparto escritos y muchas otras cosas con mujeres encantadoras.
Presentamos nuestro libro, nuestro niño, como dicen algunas y en estas fotos tenéis las caras de satisfacción y la portada de nuestro bebe "Un sueño dorado", en el que se recogen varios tipos de escritos y toda nuestra ilusión.
Como dice Pepi, por un momento fuimos escritoras.
Quiero dar las gracias a Juani, por supuesto, que es quien se ha currado el que nuestro sueño se hiciera realidad. Y también a todos los que vinieron a apoyarnos, amigos, familiares, el editor que fué todo un detalle que se presentara, escritores y escritoras de los de verad que también quisieron darnos su aliento para que sigamos escribiendo.
Quizá nunca llegaremos a ser "grandes", pero......¿y la ilusión que nos hace y lo bien que lo pasamos? sin olvidar lo que aprendemos.

Un escritor famoso 20 Octubre 2008
Nines de Andrés


Es verdad que nos ponemos delante del televisor y pensamos que no hay nada que valga la pena, que nada de lo que emiten nos interesa demasiado, que las películas nos aburren con la publicidad, los cortes publicitarios son tan largos que, cuando vuelve la emisión, ya no sabemos qué estábamos viendo.
Todo el mundo dice, o más bien decimos, que vemos la 2, los documentales, viajes y cultura. A veces es verdad. Yo siempre me “encuentro” esta cadena. No voy buscándola, solo intento dar con algo que capte mi atención y hoy, por fin, lo he conseguido.
Se trata de PALABRAS+ en el que se habla de literatura, de libros. Parece increíble la existencia de programas de este calibre en un tiempo en el que la acción, la violencia y el sexo mal manejado, invaden las parrillas de todas las cadenas de la tele.
Una entrevista con un autor, ahora que nosotras estamos asomándonos a esa puerta por una rendija, captó mi atención, sobre todo porque el escritor hablaba un precioso y claro inglés, idioma que en absoluto domino pero que me resulta tan musical y agradable que me quedé literalmente pegada al televisor
Paul Austin, el autor que aparecía en la pantalla, es un hombre tranquilo, pausado y maduro que habla de la vida con el entrevistador sin grandes alharacas y con una enorme sencillez. Se lamentó de que en su país, Estados Unidos, no fuera tan popular la literatura como el cine.
Para finalizar el presentador le rogó que leyese un párrafo de su libro: “The man in the dark” (Un hombre en la oscuridad). Me resultó tan hermosa su entonación y su voz grave y pausada que, aunque no conozca muy bien el inglés, creo que me compraré el libro en español y, cuando lo lea, recordaré a su autor y, quién sabe, quizás me atreva a soñar que algún día yo pueda hacer lo mismo con un párrafo de uno de mis relatos. Pero eso se queda solo en eso, en un sueño.
Te he cambiado, como puedes ver, el color del texto.
En esta ocasión lo que he hecho ha sido subrayarte un par de terminaciones muy seguidas en –ales (culturales y documentales).
Lo otro que te subrayo son los “programas” repetidos. Busca sinónimos. Cuando lo corrijas, ¿me lo enviarás de nuevo para darle otro repaso? Después, ¿lo vas a enviar al grupo?, lo puedo publicar en el blog.

Una Historia

Una historia by Nines de Andrés 18 Febrero 2008

Le miraba a los ojos y comprendía que no podía ser, que no tenía derecho a inmiscuirse en aquella joven vida. Ella era tan hermosa, tan vital, ¡tan brillante!
El se sentía ya cansado, eran 30 años de diferencia ¡toda una vida!
Arturo se preguntaba si realmente, todo cuanto hablaban era cierto, pues sí, lo era, había encontrado su alma gemela en una jovencita de 22 años. ¡No podía ser! ¿Como una niña podía ser tan madura? Aunque claro, se sabe que las mujeres son siempre más espabiladas que los hombres. Aún así, le parecía que ella tenía una cabeza muy bien amueblada
Compartían pensamientos, sentimientos… y él, cuando ella se iba, se quedaba mirando las estrellas para ver si alguna de ellas le daba una respuesta. Quería saber si podía hablar y decirle a Carmen todo lo que sentía, si podía expresarle que cuando estaba con ella la vida se daba la vuelta y era como si rejuveneciera, como si algo que le pesaba mucho, de repente se hiciera ligero como una pluma. La luna brillaba mas que nunca y nunca antes se había dado cuenta de toda la luz que desprende, nunca antes había visto las estrellas de colores, pensó que eran blancas todas y ahora las veía rojas, violetas, blancas, Azules…. ¿Cómo era posible?
Los días que no se veían, Arturo paseaba por el parque solitario y triste, pero su alma estaba regocijada por ese amor que de repente sentía y no le importaba ser él solo quien lo sintiera. Reía porque pudo ver que aún con los años, era capaz de enamorarse como un crío. Era increíble sentir que deseaba las mismas cosas que cuando se enamoró la primera vez de su ya fallecida esposa, Almudena. Quería saltar, correr, gritar a todos que amaba a Carmen, que no era un cincuentón decrépito y metido en si mismo. Ahora necesitaba compartir todo cuanto tenía. Ya su casa no era su santuario impenetrable, era el lugar donde ella venía y lo hacía también su casa. Esperaba en la ventana a que llegara y le atropellara con sus historias de juventud, a contarle los chicos que había conocido y cada vez que nombraba a alguno, Arturo sentía una puñalada en el estómago y sentía que se quedaba sin sangre.
Ella debía notar todas esas cosas porque, poco a poco, dejó de hablarle de sus amigos, solo le contaba las cosas de la facultad, las cosas de sus padres, de sus amigas de los libros que leía…..Las aventuras amorosas que le surgían, sus ligues y sus romances, se los callaba, no quería herirle. Veía en sus ojos la lucha por seguir sonriendo cuando su alma se iba a chorros por todos sus poros
A veces Carmen desaparecía unos días sin mas explicaciones y entonces, Arturo, se debatía en un sin vivir. Veía su casa vacía, su vida vacía y su mirada se quedaba perdida en un punto cualquiera de su comedor. Se preguntaba: ¿Habrá encontrado novio? ¿Se habrá cansado de venir? Y lo que era peor ¿volverá?
Todas aquellas preguntas le hacían plantearse si debería hablar, decirle a Carmen lo mucho que la amaba, lo mucho que la necesitaba. Pero siempre se arrepentía porque siempre llegaba a la misma idea : “No tengo derecho, no tengo derecho, tiene que vivir su vida, no la mía” y seguía callando
Un día, el ansia de saber hizo que se le ocurriera llamar a una echadora de cartas, convencido de que le diría que ella estaba loca por el, que le amaba y no se atrevía a decírselo.
Levantó el teléfono y marcó un número prohibido, un 906. Tras unos segundos se oyó al otro lado una voz latinoamericana, suave y dulce, de tono muy bajo y sugerente que le decía:
“Buenas noches, me llamo Andrea, ¿en que puedo ayudarte?”
Pero Arturo colgó el teléfono. Le horrorizaba contarle a nadie la vergüenza de amar a una joven de 22 años cuando el tenía mas de 50. No podía, no debía y nunca le diría a Carmen lo que sentía, pasase lo que pasase jamás le hablaría de sus sentimiento, no tenía ningún derecho a entrar en una vida tan joven que no había tenido tiempo de vivir lo que él vivó . Ella tenía que hacer su vida, aprender de sus propias experiencias Liarse con un hombre tan mayor, tan viejo como él, tan viejo como se sentía…no, no podía ser, no lo haría.
Se fue a dormir con el desasosiego del alma enamorada de un amor imposible y con la alegría de un corazón henchido de amor. Se arrepintió de no haber hablado con la mujer que le contestó al teléfono de consultas de tarot y se prometió llamar al día siguiente pero….¡que diablos!, si por la noche es más barato. Marcó la rellamada de su teléfono y volvió a escuchar la misma voz
“Buenas noches, me llamo Andrea ¿en que puedo ayudarte?
“Buenas noches. Verá., no se como decirlo. Estoy enamorado de una joven de 22 años y yo tengo 54 y me gustaría saber si ella siente algo por mi.”
La pitonisa le pidió que le dijera un número del 1 al 100. El le dijo “el 39”. Se oyó mover cartas, colocar cartas encima de una mesa, (clas , clas, ---clas)
“Esa mujer te quiere mucho y nunca te va a traicionar ( clas, clas….)
A Arturo le dio un vuelco el corazón cuando escuchó esas palabras.
“Te quiere como amigo pero…., lo siento, no te ama como tu a ella y hay alguien en su vida”
“Pero no puede ser, no me ha dicho nada y lo hablamos todo, somos totalmente sinceros el uno con la otra”
(Clas, clas, clas) “No te ha dicho nada porque sabe que te hará daño, pero si no quieres perderla del todo, debes dejarla ir…que viva su vida, ella siempre estará a tu lado, pero no siente amor por ti, aunque te quiere muchísimo y no desea hacerte daño” ¿Quieres saber algo mas?”
No, Arturo no quería saber nada mas, se despidió con un "buenas noches y gracias" y se quedó sentado en el sillón toda la noche, con los ojos abiertos, sin pensar en nada y con el corazón destrozado.
También podía ser que la pitonisa se equivocara ¡claro, eso era! Si estas cosas son un cuento, son mentira.. Y al segundo siguiente pensaba “Es verdad. Lo estaba presintiendo, ¿Qué voy a hacer ahora?
Decidió que lo mejor era no estar mas para ella. Pediría el traslado en su empresa y pondría tierra de por medio. Era lo mejor para los dos. Quizás algún día, cuando él ya hubiera pasado su duelo por un amor desesperado y perdido antes de empezar, podría volver a mirar a Carmen a los ojos como a una amiga verdadera y entonces serían amigos de verdad, amigos sin mas. Sabía por experiencia que el dolor de una pérdida se pasa con el tiempo, solo hay que esperar y saber que cada vez irá doliendo menos y algún día pensará que no existió y que fue mejor así.
Habían pasado 4 años y Arturo volvió a la ciudad. Hablo con Carmen muchas veces por teléfono y ella le demostró lo que le dijo la pitonisa, que para ella Arturo era un amigo que valía la pena mantener. Pero Arturo volvió curado completamente, cicatrizada su herida, o al menos eso esperaba, y al llegar llamó a su amiga, le faltaba la prueba de fuego: volver a verla.
Se encontraron en el parque donde quedaban tantas y tantas veces a charlar y pasear.
Ella tenía ya 26 años, había cambiado un poco, estaba como más madura. El tenía 58 ¡casi sesenta! Y algunas arrugas mas y algún que otro descolgamiento facial, pero no importaba, cuando se vieron se abrazaron y él se dio cuenta que abrazaba a una amiga, que todo había desaparecido y le agradeció el haber estado ahí, el que le siguiera llamando y que ahora, en lugar de venir con su novio, con el que se casaría dentro de dos meses, viniera sola a hablar con él y a decirle que le había echado mucho de menos y que no quería que se fuera nunca mas, que solo él le faltaba para ser completamente feliz.
Arturo prometió a su amiga que siempre que le necesitara estaría para ella y que nunca más se iría y que por supuesto asistiría a su boda y le desearía la vida más feliz que se pueda tener.
Ahora, desde lejos, desde donde ahora veía el pasado, fríamente, tuvo la visión clara de que Carmen sintió lo mismo que él en algún momento y no se atrevió a dar un paso, a dejar que el lo adivinara. Quizá por temor a las críticas de la sociedad, de sus padres, y ella no tenía el valor suficiente ni la madurez necesaria para enfrentarse con todo. Le vinieron a la cabeza momentos en los que estaba todo tan claro….situaciones tensas en las que el ambiente se cortaba con un cuchillo. ¡Con que nitidez veía ahora todo lo ocurrido!
Se alejó paseando despacio, disfrutando de los recuerdos de lo vivido. Disfrutando de una historia que pudo haber sido y….probablemente mejor que no fuera, pero ¡tan hermosa! Ambos sintieron algo que nunca mas volverían a sentir por nadie y lo mejor es que ahora se querían tanto, tanto, que nunca mas se separarían. Vivirían sus vidas independientes pero seguirían estando ahí el uno para el otro para siempre.